Nadie está libre de enfrentar situaciones inesperadas, y un incendio puede ocurrir en cualquier momento, incluso cuando se han tomado todas las precauciones necesarias.
El objetivo principal de un seguro de incendio es cubrir los daños sufridos por el siniestro a los bienes afectados, ya sea a causa directa del incendio o como consecuencia de las acciones tomadas para sofocar las llamas.
Por esta razón, disponer de una póliza de seguro es esencial para garantizar la protección del patrimonio, más allá de la simple reposición de los bienes. Un incendio puede ocasionar pérdidas cuantiosas que afecten o destruyan la estructura del inmueble.
Pero, ¿cómo se puede originar un incendio? ¿qué situaciones cubre el seguro? Los seguros pueden cubrir la destrucción total producto del fuego así como también los daños colaterales o parciales derivados de su extinción.
Se entiende como daño para la cobertura a la acción directa del fuego, ya sea natural como un incendio forestal o un desperfecto o accidente.
No obstante, los seguros excluyen situaciones de fuego intencional, fenómenos de combustión espontánea, incendio a consecuencia de sismo, erupción volcánica, maremoto o huracán, incendio a consecuencia de guerra, invasiones, rebelión, revolución, terrorismo, huelga o provocado por explosión nuclear, entre otros.
La principal diferencia entre las coberturas para incendios domésticos y aquellos originados por fenómenos naturales radica en la necesidad de contratar coberturas adicionales.
Mientras que los incendios domésticos suelen estar contemplados en las pólizas básicas, los incendios forestales y otros desastres naturales requieren cláusulas específicas que amplíen la protección.
Estas coberturas adicionales pueden implicar primas más elevadas y condiciones particulares, como deducibles específicos o exclusiones basadas en el tipo de construcción o ubicación geográfica del inmueble.
Las pólizas estándar de seguro de incendio suelen cubrir los daños materiales ocasionados por incendios que se originan dentro del hogar.
Además, estas pólizas contemplan la demolición necesaria ordenada por la autoridad competente y pueden incluir coberturas adicionales como inhabitabilidad, traslado de muebles y retiro de escombros.
Es importante destacar que estas coberturas suelen ser exigidas por las entidades crediticias al otorgar créditos hipotecarios.
Los incendios forestales, al ser fenómenos naturales, pueden no estar cubiertos por las pólizas estándar de incendio.
Para garantizar protección frente a estos eventos, es necesario contratar coberturas adicionales específicas. Entre las más comunes se encuentran:
Es fundamental analizar minuciosamente las condiciones del seguro, asegurándose de comprender qué eventos están cubiertos y cuáles requieren coberturas adicionales.
Se debe considerar la ubicación del inmueble y su susceptibilidad a fenómenos naturales, como proximidad a zonas forestales propensas a incendios, ya que esto podría determinar la necesidad de coberturas adicionales.