Muchas personas contratan este tipo de seguro al solicitar un crédito o una tarjeta, pero no siempre conocen su impacto en el historial financiero ni los límites de su cobertura.
El seguro de cesantía asociado a un crédito o tarjeta es una póliza que cubre el pago de cuotas en caso de que el titular quede desempleado.
Para activarlo, es necesario cumplir ciertos requisitos, como haber tenido contrato indefinido o por una pérdida de empleo involuntaria.
Este tipo de cobertura puede ser automática (si el banco o casa comercial la incluye en el contrato) o voluntaria, y su costo se suele cargar mensualmente como un porcentaje adicional.
No necesariamente. La activación oportuna del seguro de cesantía puede evitar caer en morosidad, sin embargo, sólo si se dan ciertas condiciones:
El banco seguirá considerando la deuda como impaga si el titular no acredita la cesantía y activa la cobertura del seguro rápidamente o no cumpla con los requisitos. Esto puede llevar a reportes negativos en el historial financiero, incluyendo la entrada a DICOM.
Muchos seguros de cesantía solo cubren un número limitado de cuotas (por ejemplo, 3 o 6). Si la cesantía se extiende más allá del período cubierto, el titular debe retomar los pagos o renegociar la deuda.
Si no lo hace, su riesgo de ser reportado a DICOM aumenta. Por eso, es clave leer con atención el contrato del seguro y entender hasta cuándo y cuánto cubre exactamente.
Aquí algunas recomendaciones:
El seguro de cesantía puede ser un gran aliado para proteger las finanzas durante la búsqueda de trabajo, pero no es infalible.
Entender sus condiciones y actuar rápidamente al quedar cesante es clave para evitar el deterioro del historial financiero y una eventual entrada a DICOM. El mejor respaldo siempre será una planificación financiera consciente, y complementar este tipo de seguros con un fondo de emergencia.