Proteger tu hogar no solo significa cerrar bien las puertas por la noche. En un país como el nuestro, donde los sismos, incendios o robos son riesgos reales, contar con un seguro de hogar adecuado es una decisión inteligente para cuidar tu patrimonio y tu tranquilidad.
Imagina que un día llegas a casa y descubres que una filtración arruinó el techo o que un temblor provocó grietas en los muros, o peor aún, que sufriste un robo y tus pertenencias más valiosas ya no están.
Aunque no pensamos en estos escenarios a diario, son más comunes de lo que creemos, especialmente en un país expuesto a desastres naturales y accidentes domésticos.
Aquí es donde entran en juego los seguros de hogar: una herramienta clave para proteger tu casa y todo lo que hay en ella. Este tipo de seguro te respalda frente a daños e imprevistos, tanto en la estructura como en el interior de la vivienda.
Un seguro de hogar es una póliza que protege tu vivienda y su estructura (continente) o los bienes que hay en su interior (contenido), frente a diversos riesgos como incendios, sismos, robos, daños por agua o responsabilidad civil frente a terceros.
En caso de un siniestro, la aseguradora indemniza según lo pactado en el contrato. Por eso, es fundamental evaluar tus necesidades, comparar opciones y elegir la póliza que mejor se ajuste a tu realidad.
En Chile, este tipo de seguros de hogar cobra especial importancia debido a la alta exposición a fenómenos naturales.
Las coberturas pueden variar según la aseguradora y el plan contratado. Dependiendo de tus necesidades, puedes optar por coberturas que consideren:
Algunas aseguradoras permiten elegir si proteger solo la estructura, solo el contenido o ambos.
Los incendios son eventos inesperados que pueden cambiarlo todo en cuestión de minutos. Ya sea por una falla eléctrica, un descuido doméstico o causas externas como incendios forestales, las consecuencias pueden ser devastadoras si no se cuenta con respaldo financiero.
Este seguro cubre los daños materiales causados por fuego en la estructura de la vivienda o en sus contenidos, y es la cobertura base en la mayoría de las pólizas.
En un país sísmico como Chile, esta cobertura es esencial. Protege tanto la estructura como los bienes interiores frente a daños causados por la acción directa e inmediata del sismo o terremoto.
Cubre la pérdida de bienes debido a robos con fuerza o violencia. Algunas pólizas también incluyen daños causados durante el robo.
Incluye daños ocasionados por roturas de cañerías, filtraciones, desbordamientos accidentales o derivados de incendios, disturbios u otras situaciones según especifique la póliza contratada.
Cubre los daños que puedas causar involuntariamente a terceros desde tu vivienda, como filtraciones que afecten a vecinos.
Algunos seguros incluyen servicios integrados adicionales como cerrajería, plomería, electricidad o vidriería en caso de emergencias.
Cada aseguradora ofrece planes distintos, con coberturas que pueden variar considerablemente. Si vives en una zona con buena seguridad, quizás no necesitas una cobertura amplia por robo. O si tu casa está en una zona de bajo riesgo sísmico, podrías priorizar otras protecciones. Comparar opciones te permite pagar solo por lo que necesitas.
Al contratar un seguro de hogar, considera:
Elegir bien un seguro de hogar va más allá de la formalidad. Es una decisión inteligente y consciente para asegurarte de que tu casa y tus pertenencias estén protegidas, con el respaldo que necesitas y al mejor costo posible.