Aunque a menudo se usan como sinónimos, no son exactamente lo mismo.
El seguro de viaje es una póliza que reembolsa gastos frente a imprevistos como enfermedades, accidentes o cancelaciones, dependiendo de la cobertura contratada.
La asistencia de viaje, en cambio, funciona como un servicio inmediato: ante una emergencia, la empresa organizadora coordina directamente la atención médica, legal o logística, sin que el viajero deba pagar por adelantado.
Muchas veces ambos servicios están incluidos en un mismo producto.