La visa Working Holiday es una de las formas más enriquecedoras de explorar el mundo y ganar experiencia laboral y cultural. Pero para vivirla con tranquilidad, necesitas cumplir con los requisitos, planificar bien, contando con un seguro de viaje confiable y reconocido.
Cada vez más jóvenes chilenos están optando por salir de su zona de confort para viajar, trabajar y vivir experiencias transformadoras en el extranjero.
Una de las vías más atractivas para hacerlo es a través del programa Working Holiday, que permite vivir legalmente en otro país por un tiempo determinado mientras se trabaja para financiar el viaje.
En esta guía encontrarás todo lo que necesitas saber sobre el programa Working Holiday: desde cómo postular y qué países tienen convenios con Chile, hasta cómo contratar el seguro de viaje necesario, una pieza clave para que tu experiencia sea segura y legal.
La Working Holiday Visa (WHV) es un tipo de visa otorgada gracias a convenios bilaterales entre Chile y otros países, la cual permite a ciudadanos chilenos trabajar y viajar por un periodo de hasta 12 meses (en algunos casos más) en el país anfitrión.
El objetivo de este programa es fomentar el intercambio cultural, permitiendo a los jóvenes explorar una nueva cultura, mejorar un idioma extranjero y adquirir experiencia laboral internacional.
Según información del Ministerio de Relaciones Exteriores, actualmente, Chile mantiene acuerdos con los siguientes países:
Aunque varían según el país, los requisitos comunes para los chilenos que postulan a una Working Holiday incluyen:
Uno de los requisitos más importantes y, muchas veces subestimado, es el seguro de viaje.
Todos los países que tienen convenio con Chile para visas Working Holiday exigen que el postulante cuente con un seguro médico internacional completo.
Un seguro de viaje válido para Working Holiday debe incluir:
Algunos países pueden rechazar tu visa si el seguro no es lo suficientemente completo o si tiene deducibles elevados.
El primer paso para postular a una visa Working Holiday es elegir el país de destino y revisar detenidamente su proceso de postulación. Cada país tiene sus propias condiciones, requisitos, plazos y cupos.
Algunos tienen postulaciones abiertas todo el año, mientras que otros, como Nueva Zelanda, abren una única ventana de inscripción anual con cupos limitados.
Una vez seleccionado el país, es importante preparar tu pasaporte (que debe tener vigencia mínima de 6 a 12 meses) y reunir todos los documentos exigidos: certificados médicos, antecedentes penales, comprobantes de fondos, entre otros.
Si el país tiene cupos limitados, asegúrate de postular tan pronto como se abra el proceso, ya sea de manera online o presencial según corresponda.
Un requisito fundamental para la aprobación de esta visa es contar con un seguro de viaje válido durante toda la estadía, el cual debe incluir cobertura médica, hospitalaria y repatriación, entre otros beneficios. Sin este seguro, muchas embajadas pueden rechazar la solicitud.
Finalmente, una vez enviada la postulación, solo queda esperar la aprobación y comenzar a organizar los detalles de tu viaje: compra de pasajes, búsqueda de alojamiento inicial y planificación de los primeros días en el nuevo país.
La Working Holiday es más que una visa: es una oportunidad única para expandir tus horizontes, vivir nuevas culturas, ganar experiencia laboral y formar amistades para toda la vida.
La clave para que tu aventura sea segura y exitosa está en una buena preparación previa, especialmente al elegir correctamente tu destino, cumplir con todos los requisitos y contratar un seguro de viaje que te proteja durante todo el proceso.
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