Asociación de Aseguradores presenta tres propuestas para la reforma previsional y afirma que “no es una buena idea” el seguro de longevidad.
15 agosto, 2023
El presidente del gremio, Alejandro Alzérreca, propone hacer mejoras al SIS, lo que liberaría recursos suficientes para financiar un bono mujer y un seguro de dependencia. Sobre el seguro de longevidad que evaluaron el gobierno y la oposición, señala que «tenemos dudas respecto a su viabilidad». Y agrega que este ya existe, «y se llama renta vitalicia”.
Tres propuestas para la reforma previsional fue lo que planteó la semana pasada la Asociación de Aseguradores, representada por su presidente, Alejandro Alzérreca, a la ministra del Trabajo, Jeannette Jara. “Hemos venido trabajando en estas propuestas en el convencimiento de que necesitamos hacer una mejora al sistema de pensiones, cosa que hemos venido diciendo desde el primer momento”, sostiene el líder del gremio.
En primer lugar, propusieron hacer una mejora al Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS). “Esta mejora tiene la ventaja que liberaría recursos para abordar otros aspectos, como es lo que nosotros llamamos el bono mujer, que no es más que hacernos cargo de la diferencia de longevidad entre hombres y mujeres, por lo que con nuestra propuesta se cierra esa brecha, lo que significa que nos hacemos cargo de uno de los pilares de un sistema de pensiones, que es la equidad de género. Y también algo que se viene estudiando y comentando desde hace un tiempo, de implementar un seguro de dependencia, que es una ayuda a los pensionados no autovalentes. También hemos hecho ahí una propuesta que se puede abordar con los recursos que se liberen de la mejora al SIS”, detalla.
¿Y cómo se liberarían esos recursos?
La reforma al SIS significa que este seguro entregue una pensión equivalente al 70% del sueldo imponible, tal como lo hace hoy día, pero hasta la edad de jubilación. Esto es equivalente a como funciona la ley de accidentes del trabajo, que entrega una pensión hasta los 65 años. Y esto, porque vemos que en la actual estructura del sistema hay ciertas asimetrías, primero entre las enfermedades laborales o accidentes del trabajo con la enfermedad común o accidentes comunes, que nos parece que hay que corregir dentro del sistema de seguridad social. Además, la actual estructura genera incentivos al mal uso del sistema de validez.
¿Cuál es ese mal uso?
Tenemos algunos números que así lo demuestran. En 2019 los siniestros en el sistema de invalidez subieron más de un 40%, versus el promedio de lo que representaron entre 2010 y 2015. Y en ese mismo periodo, la invalidez producto de enfermedades o accidentes laborales subió un 1%. Entonces, claramente ahí se genera un impacto y que tiene demostraciones empíricas, por ejemplo, cuando sube el desempleo hay más incentivo a invalidarse. Y eso hace que se genere un mal uso, cuya consecuencia es aumentar el costo. Y ese costo, producto de este mal uso, quienes definitivamente lo pagan son todos los asegurados, en este caso, todos los cotizantes. Ello es lo que se quiere evitar, que el seguro baje su costo, que no exista mal uso y que exista simetría de beneficios entre el sistema de seguridad social en términos laborales, accidentes del trabajo, enfermedades profesionales y la invalidez común.
¿Y cuando esas personas jubilan empiezan a recibir lo que ahorraron durante su vida?
Claro. Lo que nosotros proponemos es que esta pensión del SIS se pague hasta la edad de jubilación y que además las compañías de seguro se hagan cargo de las cotizaciones previsionales, con lo cual, se minimiza un poco el impacto de no tener esta renta vitalicia, pero al mismo tiempo, mejoramos el tema de la densidad de cotizaciones, porque durante todo ese periodo las personas van a tener su cotización pagada también con cargo al seguro. Al momento de cumplir la edad de jubilación, entra al sistema normal, con sus cotizaciones, con su fondo acumulado, si accede o no accede a la PGU, en fin.
¿Y cuántos recursos liberaría eso?
Eso liberaría más o menos 0,5% de la remuneración imponible.
¿Hoy el costo del SIS está en 2%, por lo que quedaría en 1,5%?
Llegó a estar cerca del 2% y en los últimos años ha ido bajando un poco. Pero uno podría pensar que esto se debería estabilizar entre 1,5% y 2% en la situación actual, y con estas mejoras que proponemos debiera ser más cerca del 1%. Las estimaciones que tenemos para las otras dos propuestas es más o menos de 0,20% o 0,25% cada una. Eso quiere decir que se pueden financiar estos dos nuevos beneficios con cargo a la misma cotización que hoy se paga por el SIS. Y se da solución a dos problemas que han estado desde hace tiempo sobre la mesa, como es la dependencia del adulto pensionado no autovalente, y la diferencia de pensiones que existe entre hombre y mujer producto de la mayor longevidad de las mujeres.
¿Tuvo una buena acogida de la ministra la propuesta?
Entendemos que sí. Por lo menos se mostró muy interesada en evaluarlas con sus equipos técnicos, pero yo creo que la acogida tiene que ver también con que se abordan problemas de equidad de género y de dependencia. Además, como se financia con cotizaciones, incorpora solidaridad intergeneracional al sistema de pensiones, que también es uno de los elementos buscados en la reforma. La diferencia es que estas son propuestas concretas, en que los fondos que queremos utilizar como solidaridad tienen su destino específico (…) El seguro de dependencia no es menor, nuestra propuesta habla de un seguro que implica una pensión adicional al pensionado no autovalente de 3 UF, eso es prácticamente el 50% de la Pensión Garantizada Universal (PGU), o sea, un pensionado que está en ese orden, su pensión aumenta en un 50%.
¿El bono mujer lo proponen para todas las mujeres?
Todas las mujeres. Incluso eso, si se quisiera, se puede extender a las pensionadas actuales, porque el mecanismo es bastante simple. Se recalcula la pensión de la mujer una vez que termina su proceso de jubilación, o las que ya están jubiladas, en base a la tabla de mortalidad de los hombres. Y ahí se genera una diferencia, y esa diferencia es lo que nosotros llamamos el bono mujer, que es un monto que hay que incorporar a la cuenta individual, de forma tal de que cuando se pensione no exista ninguna diferencia en la pensión producto del género.
¿Con los cambios al SIS se financia el bono mujer y el seguro de dependencia?
Ambos. Por eso es que estas son tres propuestas en una. Encontramos el financiamiento y los beneficios son, a nuestro juicio, bastante relevantes, iguala la pensión de hombres y mujeres. Eso significa que las pensiones de las mujeres podrían subir, dependiendo de la edad de sus beneficiarios, o si tiene un cónyuge dos años mayor o dos años menor, entre un 6% y un 12%, o entre un 7% y un 12%. Y si esto se aplica a las pensionadas actuales, se hace el mismo cálculo y se puede subir las pensiones a las mujeres desde ahora.
Una de las llaves que aparecía para destrabar el principal nudo de la reforma previsional, el destino del 6% de cotización extra, era la creación de un seguro de longevidad. Un mecanismo que, en principio, gustaba tanto en el gobierno como en la oposición, pero que recientemente el Ejecutivo decidió desechar.
Y precisamente la postura de las aseguradoras va en esa misma línea. “No tenemos información suficiente y con lo que conocemos hasta ahora, creemos que sería una pésima medida destruir el seguro de longevidad que ya existe hoy día, con el objeto de artificialmente subirle las pensiones a las personas porque les limitaste su cobertura a 20 años”, enfatiza Alzérreca.
¿A juicio de ustedes es inviable el seguro de longevidad?
El seguro de longevidad existe y se llama renta vitalicia. Lo que se está proponiendo no es un seguro de longevidad. Al contrario, es limitar la cobertura del seguro de longevidad actual, que son las rentas vitalicias. Porque lo que se está haciendo, en definitiva, es decirle: mire señor, en vez de que este seguro le cubra su vida completa, le va a cubrir solamente por 20 años, entre los 65 y 85 años. ¿Pero qué es lo que pasa después de los 85? Estas propuestas están sobre la mesa hace años, pero nunca ha quedado claro qué pasa después de los 85 años.
Ahí rige el seguro de longevidad que se propone…
Es que no hay seguro. El seguro llegó hasta los 85 años, en este caso la renta vitalicia. Pero de ahí para adelante, ¿qué es lo que se paga? ¿Se paga la misma renta? ¿Por cuánto tiempo?
Lo que dice la propuesta que hicieron Marco Morales y Solange Berstein es que cada uno, con sus recursos, financia su pensión hasta los 85 años, y después rige el seguro de longevidad que cubre una parte de lo que recibía cada persona al inicio de pensionarse.
Pero entonces no es un seguro de longevidad. Porque hoy día, ¿qué hace la renta vitalicia? Cubre lo mismo hasta que la persona se muera. La persona va a vivir lo que tiene que vivir. Ninguna ley va a decir: te voy a truncar las tablas hasta los 85 años, entonces vas a vivir hasta los 85 años. Después hay que destinar recursos para eso. Y en definitiva, ¿cómo se destinan esos recursos? Hoy día, en el nivel que está la discusión, es como reinstalar el tema de un sistema de reparto o cuentas nocionales. Porque al final te van a decir: mira, lo que tú ahorraste es hasta los 85 años. ¿Y quién te paga después?
La aseguradora.
No existe eso.
Hoy no existe, pero se podría crear, ¿o no?
No tiene ningún sentido. La aseguradora lo tiene. Lo que te está diciendo es que lo corto en dos. Mira, de un seguro que dura un año, vamos a hacer dos seguros. Uno por seis meses y otro por seis meses. ¿Cuál es el costo? Lo mismo.
Entonces, más que no sea viable, ¿ustedes ven que no es una buena idea?
No es una buena idea y como no sabemos cómo lo quieren implementar, también tenemos dudas respecto a su viabilidad.
¿Respecto de si hay o no mercado?
Claro. Si me dicen hoy día que se va a dividir esto en dos. Un seguro que cubre la longevidad solo por 20 años y después uno que parte el año 21 para adelante… Ese seguro así dicho, yo creo que no es factible. No es factible porque las compañías, primero, deberán recibir la prima e invertir para algo que parte en 20 años más. No hay instrumento financiero que permita calzarse, si es que fuera ese el mecanismo. Alternativa dos: cuando lleguemos a los 85 años, ahí parte este nuevo seguro. ¿Quién lo financia? El Estado. ¿Quiénes van a ser los que van a acceder a más recursos estatales o públicos? Quienes viven más. ¿Y quiénes viven más? Son aquellos que han tenido mejor acceso a la salud. O sea, los más ricos. Y por eso nosotros también planteamos que es absolutamente regresivo. Entonces, mejor hagamos que, con esos mismos recursos, se le suba la pensión hoy día a todos, para toda la vida. Es mucho más eficiente.
¿Y eso cómo lo haría?
Esos mismos recursos hay que ponerlos hoy día en las cuentas de las personas. Si ni siquiera es un tema de caja, lo puedes financiar con un bono a 30 años; y se empieza a pagar a todo el mundo mejores pensiones desde hoy, sin tener que dividir en dos el seguro de longevidad, que es la gran ventaja que tiene hoy día el producto, el cual funciona de manera vitalicia. Pero el gran seguro de longevidad, como se define técnicamente en todo el mundo, lo cortan, lo hacen desaparecer, inventan un seguro temporal, y después una cuenta nocional, porque al final te están prometiendo que en ese momento, con el mecanismo que sea, te van a dar una pensión equivalente a… tampoco sabemos si es la misma pensión o te van a pagar la mitad. Nada. Eso es técnicamente un sistema de reparto o una cuenta nocional en el sistema.
¿Y podría también costar más de lo que se piensa inicialmente, porque va a depender del mercado?
Es que no solo del mercado, va a depender de cuánto sea la expectativa de vida en 20 años más. Por eso digo que no es un seguro. El seguro es que hoy día tú te aseguras que vas a recibir una determinada pensión buena, mala, alta, baja, hasta que te mueras.
O sea, no ven por ningún lado que sea viable.
Creo que, incluso, el término planteado, que habla de seguro de longevidad, es… no quiero decir incorrecto, pero lo veo más como una cuenta nocional.
¿Hay experiencia comparada de algo así?
Que hayan destruido un sistema, que hayan cortado un seguro en dos y después transformarlo en algo que nadie sabe… no conozco algo que se haya hecho en esa dirección. Quiero decir, hay sistemas de reparto también en el mundo, pero todos van para el otro lado.