Antes de contratar un seguro, debes conocer los tipos de cobertura, montos y primas. Esto permite tomar decisiones informadas adaptadas a tus necesidades prácticas y económicas.
Un seguro de auto cubre gastos por daños materiales, colisiones, siniestros o robos. En caso de accidentes de tránsito, algunos seguros, según sus condiciones, también pueden cubrir la responsabilidad civil, reparaciones o el valor del vehículo en caso de pérdida total.
Sin embargo, cada póliza cuenta con sus propias condiciones y características a considerar para así elegir la mejor opción que se adapte a tus necesidades y circunstancias específicas.
En ese sentido, para ahorrar en la contratación de un seguro, puede ser útil examinar las condiciones, incluyendo las opciones de seguros sin deducible o temporales.
Evalúa las coberturas ofrecidas, incluyendo protección contra robo, daños al vehículo, asistencia en emergencias, vehículo de reemplazo y convenios con talleres para conocer el monto de las primas a pagar.
¿Por qué la prima es importante? Porque este monto corresponde al pago que como asegurado debes realizar periódicamente a la compañía de seguros.
Considera que es el costo que como asegurado asumes regularmente para mantener activa la protección del seguro. Por esta razón, el monto de la prima es un factor importante para considerar cuando se busca ahorrar.
El pago de la prima es tu obligación y es un elemento fundamental del contrato de seguro. Según el monto de tu prima, se garantiza que la compañía aseguradora proporcionará las indemnizaciones o beneficios acordados en caso de que ocurran los eventos cubiertos por el seguro y de ello variará su monto.
Revisa cuáles son las exclusiones del seguro, las situaciones no cubiertas y el monto del deducible, si es que existe. Este aspecto influye en el costo de la prima.
Asegúrate de que la cobertura de responsabilidad civil sea adecuada para cubrir daños a terceros y evitar problemas legales o deudas imprevistas. Además, recuerda que el costo del seguro de auto varia según marca, modelo y año.
Al elegir, busca un equilibrio adecuado entre los deducibles y la cobertura total. Típicamente, mientras más alto es el deducible, menor es el costo de la prima. Esta elección puede influir en el ahorro a largo plazo.
Infórmate bien y familiarízate con las distintas opciones de seguros y sus coberturas. Hay diversas alternativas disponibles como seguros sin deducible, temporales, entre otros.
Ten en cuenta que las compañías ofrecen, generalmente, contratos que duran un año, pero también hay opciones para coberturas de 6 meses o incluso menos, si es que así se permite acordar la extensión al momento de contratar el seguro automotriz, para así ahorrar en tu presupuesto.
Entre los tipos de seguros disponibles, los seguros temporales pueden ser una opción para quienes desean reducir costos. Esta modalidad brinda cobertura sólo en actividades específicas como un viaje o una cantidad determinada de kilometraje recorrido. Así, aseguras una protección más limitada a aquella situación particular.
Por otro lado, considera siempre revisar detenidamente los tipos de cobertura ofrecida, ya que la cantidad de servicios puede influir en el pago. Esto incluye protecciones contra robo, daños, asistencia en emergencias o en ruta, convenios con talleres o vehículo de reemplazo. Evalúa y ajusta el seguro a tus necesidades y también a tu bolsillo.
Aprovecha las ventajas y comodidades que ofrecen las compañías. Hoy en día un seguro se puede contratar en línea y activarse de inmediato, evitando viajes a la oficina.
Además, muchas compañías ofrecen diagnósticos a domicilio y priorizan la atención a distancia para evitar trámites complicados. Para quienes desean evitar traslados y prefieren una atención rápida, esta podría ser una opción para considerar.
Es recomendable cotizar y contratar solo con compañías reconocidas e inscritas en la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), donde además puedes obtener información sobre su solvencia, calificaciones y otros datos relevantes.