Contar con ambos tipos de cobertura puede parecer un gasto adicional, pero ante un siniestro puede evitarte millones de pesos en pérdidas y darte la tranquilidad de estar cubierto ante lo inesperado.
Contratar un seguro de hogar en Chile es una decisión clave para proteger tu patrimonio, pero al momento de revisar las coberturas, muchas personas se enfrentan a un punto fundamental: ¿Qué significa asegurar la estructura de la vivienda y qué implica asegurar su contenido?
Aunque ambos conceptos pueden parecer similares, en realidad protegen aspectos muy distintos de tu hogar.
Entender la diferencia entre ambos es crucial para evitar brechas de cobertura y asegurar lo que realmente necesitas.
Cuando contratas una póliza para asegurar la estructura, estás protegiendo los elementos fijos y fundamentales de la vivienda: muros, techos, pisos, puertas, ventanas, cimientos, y todo lo que constituye la parte física y permanente de la propiedad.
Esta cobertura está pensada para cubrir daños que afecten la integridad del inmueble, ya sea por incendios, sismos, explosiones, inundaciones, filtraciones, caídas de árboles o incluso actos vandálicos.
En algunos casos, también incluye instalaciones eléctricas y sanitarias.
Asegurar la estructura es especialmente relevante si eres propietario de la vivienda. En el caso de tener un crédito hipotecario, este seguro suele ser obligatorio, ya que el banco lo exige para proteger su inversión.
Ejemplos de siniestros cubiertos por esta modalidad:
Por otro lado, asegurar el contenido de una vivienda implica proteger los bienes muebles y pertenencias personales que se encuentran dentro de la casa.
Esto incluye, por ejemplo, electrodomésticos, muebles, ropa, computadores, artículos de cocina, decoración, libros, bicicletas, entre otros.
Esta cobertura es especialmente útil frente a diferentes tipos de riesgos como robo con fuerza, incendio, daños por agua o sismos que afecten estos objetos.
Asegurar el contenido es fundamental tanto para propietarios como arrendatarios, ya que la estructura puede no ser de tu propiedad, pero tus pertenencias sí lo son, y reponerlas puede significar un alto costo.
Ejemplos de lo que cubre esta modalidad:
Sí, y de hecho es lo más recomendable. Muchas pólizas ofrecen opciones de cobertura combinada, donde puedes asegurar tanto la estructura como el contenido del hogar.
Esto permite una protección más completa frente a múltiples riesgos.
En el caso de propietarios, esta combinación garantiza que tanto la vivienda como los objetos en su interior estén protegidos.
Para arrendatarios, es común contratar solo el seguro de contenido, aunque también pueden contratar seguros que cubren responsabilidad civil frente a daños a la estructura. Por ejemplo, si accidentalmente provocan un incendio o una filtración y este daña el inmueble.
Antes de contratar tu seguro, considera los siguientes elementos:
Si es propia o arrendada, casa o departamento, en condominio o aislada.
Haz un inventario de lo que tienes y cuánto costaría reponerlo.
Sismicidad, clima, índice de robos, antigüedad de la construcción.
Algunos seguros permiten ajustar montos asegurados por estructura y contenido según tus necesidades y capacidad de pago.
La diferencia entre asegurar el contenido y la estructura de tu hogar no es sólo técnica: es clave para tomar una decisión informada y proteger correctamente tu patrimonio.
Mientras la estructura representa el valor físico del inmueble, el contenido resguarda todo lo que hace que esa vivienda sea realmente tuya.
Esto sistema web utilza cookies propias para su funcionamiento, mantoner la sesión y personalzar la experienzia del usuario. Mis información en nuestra Pelitca de Cookies.