Para cobrar un seguro lo primero es notificar el siniestro a la aseguradora, permitiendo así que se proceda con el proceso de liquidación correspondiente según el caso.
Según la ley que regula los contratos de seguros, la compañía de seguros debe indemnizar al asegurado por el siniestro informado, dependiendo de la naturaleza del mismo y de las condiciones contenidas en la póliza según el tipo de seguro que corresponda.
La ley señala que la compañía de seguros debe indemnizar el siniestro en dinero, a menos que se haya estipulado que pueda hacerlo mediante la reposición o reparación de la cosa asegurada en el caso de los bienes, tal como ocurre en el caso de los seguros para vehículos motorizados.
El primer paso es denunciar el siniestro a la compañía aseguradora para que inicie el proceso de liquidación. Para el caso de accidentes de tránsito, será necesario presentar una constancia ante Carabineros para respaldar la denuncia en ciertas circunstancias.
Si el seguro fue contratado a través de un corredor de seguros, este tiene la obligación de asistir al asegurado durante todo el proceso de liquidación, facilitando los trámites necesarios y la comunicación con la aseguradora.
Una vez finalizado el proceso, el informe de liquidación se entrega simultáneamente al asegurado y a la aseguradora, detallando si corresponde o no el pago, el monto de la indemnización y los criterios para determinarlo.
Este proceso garantiza transparencia y cumplimiento de los plazos establecidos para que el asegurado reciba la compensación correspondiente.
En caso de accidente, es fundamental contactar de inmediato a la aseguradora para activar el seguro y los beneficios asociados. A continuación, los pasos que debes seguir para gestionar tu cobertura:
Un seguro de salud permite al asegurado recibir reembolsos por gastos médicos cubiertos en la póliza contratada, operando generalmente como complemento de las coberturas otorgadas por Isapre o Fonasa.
El seguro cubre gastos relacionados con enfermedades, tratamientos médicos o incapacidades especificadas en la póliza. Sin embargo, algunas pólizas tienen exclusiones para enfermedades o condiciones de salud preexistentes al momento de la contratación.
Para solicitar la indemnización, el asegurado debe completar un formulario de la aseguradora, el cual debe ser llenado por el médico o prestador del servicio médico correspondiente. No obstante, en algunos casos el reembolso puede ser automático (seguro complementario de salud).
Luego, la compañía de seguros analiza la solicitud para calcular el monto del reembolso.
Este proceso asegura que el asegurado pueda recuperar parte de los gastos médicos, siempre en función de los términos establecidos en su póliza.
Para acceder a una renta vitalicia es necesario que el monto de la pensión mensual sea igual o superior a 3 UF, según el ahorro acumulado en la cuenta de capitalización individual.
Nota: Este trámite es gratuito y puedes optar por asesoría previsional regulada si lo necesitas.